¿Qué es un backbone y por qué la internet lo necesita?
La palabra «backbone», en inglés, se traduce literalmente como “columna vertebral”. En términos técnicos, el término más apropiado es “red de transporte”. Al igual que una columna vertebral, los backbones son elementos esenciales para la existencia de la internet.
Sin este mecanismo, sería prácticamente imposible acceder a los sitios web que visitamos diariamente. Los backbones son los responsables de transportar la información, ya sea enviada por el usuario o recibida desde los servidores. Entender su funcionamiento complejo nos ayuda a comprender cómo opera la internet.
¿Cómo funcionan los backbones?
Imagina una gran red interconectada. En el ámbito de las telecomunicaciones, los backbones son los encargados de enlazar las operadoras de internet con servidores externos, tanto nacionales como internacionales. Este proceso ocurre en cuestión de segundos, y rara vez notamos la complejidad detrás de estas conexiones.
Cuando intentas acceder a una página web, tu solicitud se envía a tu operadora de internet, que localiza el servidor donde se encuentra la información. Una vez que el servidor responde, los datos son redirigidos a tu computadora o teléfono móvil a través de la operadora.
Además de conectar tu dispositivo con redes mayores, el backbone también conecta redes más pequeñas, creando una compleja red de comunicaciones. Este direccionamiento del tráfico ocurre continuamente, a velocidades altísimas y en volúmenes impresionantes.
La columna vertebral de la internet
La internet, tal como la conocemos hoy, no sería posible sin la infraestructura de los backbones. Estas conexiones permiten un acceso más rápido a la información, independientemente de la ubicación de los servidores. De lo contrario, las solicitudes tendrían que recorrer grandes distancias, aumentando significativamente los tiempos de espera.
Con la creciente demanda de internet de alta velocidad en Brasil, se realizan inversiones continuas para abrir nuevas rutas. La región Nordeste es la que más inversiones ha recibido en redes de alta capacidad y fibra óptica.
Según la Anatel, en 2018 se registró un aumento superior al 30% en los accesos realizados por proveedores de internet en el Nordeste, pasando de 1,061,278 puntos en enero a 1,388,571 en diciembre. Este fenómeno es similar en otras regiones, aunque en menor escala, dependiendo de la demanda y la infraestructura existente.