¿Sabía que el sonido puede dañar los datos de un disco duro?
¿Sabía que los ruidos sonoros pueden dañar los datos de un disco duro? Aunque las posibilidades son bajas, se ha demostrado que esto puede ocurrir. Incluso se han realizado experimentos que muestran cómo los gritos pueden detener un disco duro.
Por supuesto, nadie gritará continuamente al lado de un disco duro, pero en centros de datos ruidosos, los problemas pueden ser más serios. Este tipo de riesgo debe ser previsto en el diseño para minimizar las posibilidades de daños.
¿Cómo puede el sonido dañar un disco duro?
Primero, es importante recordar que los discos duros son dispositivos mecánicos, y el sonido es, en esencia, una onda. En altas frecuencias, estas ondas pueden interferir con los mecanismos internos del disco, causando diversos problemas.
Un estudio publicado en 2005, titulado “Performance Impact of External Vibration on Consumer-grade and Enterprise-class Disk Drives”, realizado por Thomas Ruwart y Yingping Lu, descubrió que los discos rígidos son especialmente sensibles a las vibraciones generadas por unidades adyacentes físicamente acopladas. Esto pone de manifiesto la importancia del diseño del gabinete, particularmente con unidades de 3.5 pulgadas, que requieren más energía en sus operaciones de búsqueda.
Los ingenieros y diseñadores de discos duros reconocen las vibraciones como un problema importante. Según un informe de Hitachi, “las perturbaciones físicas pueden desalinear la aguja de la pista, causando un retraso mientras el actuador la reposiciona. Las vibraciones rotacionales pueden generar serios inconvenientes, afectando significativamente el rendimiento del disco”.
El problema en los centros de datos
Para mitigar movimientos bruscos, los discos duros actuales están equipados con acelerómetros, pero la información que recopilan sobre las vibraciones no está disponible para los usuarios. En los centros de datos, donde el ruido es más intenso, las consecuencias pueden agravarse con el tiempo.
La combinación de los movimientos aleatorios de las cabezas de lectura y las vibraciones causadas por ventiladores y sistemas de aire acondicionado puede comprometer el rendimiento de los discos a mediano y largo plazo. Aunque las probabilidades son bajas, existen.
A pesar de que las investigaciones sobre este tema son limitadas, es posible que estudios futuros impulsen a los fabricantes a invertir en materiales menos susceptibles a los ruidos, con menor impacto en el rendimiento de los discos duros.
¿Debería preocuparme por este problema?
Los estudios indican que las probabilidades de que pierda datos en su disco duro debido a vibraciones sonoras son mínimas. Sin embargo, existen numerosos relatos de equipos cuyo rendimiento disminuyó tras una exposición prolongada a ruidos intensos y continuos.
Con un rendimiento reducido, los discos duros son más propensos a fallos, lo que podría llevar a la pérdida de datos. En este sentido, los ruidos pueden actuar como un detonante que, a mediano y largo plazo, derive en problemas más serios.
Un estudio de Siemens, realizado entre 2009 y 2014, identificó que la mayoría de las fallas ocurrieron cuando los discos duros estuvieron expuestos a ruidos superiores a 120 decibeles. Sin embargo, algunos modelos presentaron problemas a partir de 110 decibeles, equivalente al volumen de un concierto de rock.
En estos casos, también influye el tiempo de exposición al ruido, lo que representa un mayor desafío en los centros de datos debido a su naturaleza continua.
Aunque no hay motivo para alarmarse, es crucial realizar copias de seguridad de los datos almacenados en sus discos duros. Además, reducir los niveles de ruido en los centros de datos debe ser una prioridad para proteger el rendimiento de los equipos y la información almacenada.
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